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Mi historia

A Kenia la sacamos de la perrera en un estado bastante malo, enferma debido a su leishmania y a una úlcera que amenazaba su ojito, de la que ya se está recuperando perfectamente y hace vida totalmente normal. Nos avisaron de que estaba en la perrera malita y fuimos a buscarla. En teoría se trataba de una viejita y nos llevamos un sorpresón al comprobar que se trata de una perrita joven a la que la vida (y los humanos, suponemos) no ha tratado bien. Kenia tiene un carácter extraordinario, a parte de un físico imponente como todos los pastores, es noble, dulce, cariñosa, y por supuesto también le gusta correr y dar largas caminatas para dar rienda suelta a todo su poderío físico. Kenia tiene leishmania sí, pero está totalmente controlada y con una sola pastilla al día puede hacer vida completamente normal como cualquier otro perro. Y os aseguramos que la familia que la adopte se lleva a la mejor perrita que pudieran imaginar.